Año nuevo, Mobile nuevo, y por descontado que este iba a tener entre sus protagonistas a pequeños dispositivos con la promesa de mejorar nuestra vida gracias a la IA. Como el AI Pin de Humane.
En este caso, al protagonista ya lo conocíamos desde hacía unos meses, pero al ser un producto únicamente para Estados Unidos todavía no habíamos podido echarle el guante. Ahora que ha venido a Barcelona sí, y nos ha servido para confirmar que su experiencia es la que nos esperábamos.
No es una buena noticia.
El reduccionismo de los comandos de voz
El AI Pin de Humane es un clip cuadrado pensado para colocarse sobre nuestra ropa. ¿Recuerdan la película 'Her'? Pues algo así, a esa altura, entre el bolsillo y la solapa, con su cámara apuntando hacia delante y el micrófono escuchando nuestra voz cuando queremos dirigirnos a él.
La idea base de este dispositivo es poder hacerle peticiones y que nos responda contextualmente, ayudado por un proyector láser que muestra información en, por ejemplo, la palma de nuestra mano. En una demostración con uno de sus portavoces en su propio stand hemos podido verlo en acción, aunque no nos han mostrado el funcionamiento del proyector.

Más allá de eso, lo que sí nos han mostrado es cómo se interactúa con el dispositivo. Tampoco ha sido una demo que nos haya impresionado. No parecía cómodo: con algunos comandos de voz, el responsable tenía que orientar su cabeza hacia el dispositivo de una manera algo forzada. Si no, no le reconocía su voz.
No parece un escenario idílico en el que un dispositivo nos reconoce, sino uno en el que no podemos dejar de ser conscientes de que tenemos que dirigirnos específicamente a él.
Es cierto que el entorno no era el más fácil —un pabellón ruidoso a reventar de gente—, pero el día a día de un usuario del AI Pin tampoco será siempre propicio. Basta imaginarse circulando por una calle ruidosa o caminando por un entorno similar, como una estación de tren en hora punta, para imaginar una experiencia que tampoco será la mejor.
Como tampoco fue lo mejor alguna de las demostraciones que hizo de esos comandos de voz. Algunos fueron más rápidos que otros, pero no vimos un dispositivo que hiciese con velocidad lo único que tiene que hacer: procesar una orden y dar una respuesta. Nueve segundos de espera suena a problema del primer mundo, pero se hace un mundo acostumbrados al smartphone.
Y por ahí van los tiros de este dispositivo: su papel frente al smartphone. Hay muchos dispositivos —cada vez más— en la carrera por reemplazarlo, total o parcialmente. El auge de la IA generativa les ha impulsado. Pero aquí cuesta ver un valor añadido a esta propuesta.
Para empezar, por la experiencia que ofrece, mediocre, y por sus capacidades, muy limitadas. Y para continuar, porque deja fuera lo multimedia, que ha sido una de las grandes claves en el éxito del smartphone. Incluso las dimensiones de los móviles se han adaptado para satisfacer una demanda de consumo multimedia cada vez mayor. El móvil es una herramienta para absolutamente todo y va mucho más allá de comandos de voz, que además es algo que no siempre estamos en disposición de usar.
No siempre estamos en situaciones que sean aptas para ordenar de viva voz. El transporte público o un establecimiento son entornos en los que o no será adecuado enviar una de estas órdenes, o podremos hacerlo, pero quizás no queramos que otros se enteren del mensaje que queremos enviar: teclear nos da una intimidad que el formato del AI Pin nos niega.
Además, el smartphone es un elemento que corta la interacción entre humanos, pero solo durante el tiempo que lo tenemos en la mano y miramos su pantalla. Cuando lo guardamos, esa interrupción desaparece. Con el AI Pin esa sensación nunca termina de desaparecer: es algo violento interactuar con alguien que lo lleva casi a la altura de nuestra cara sabiendo que puede grabarnos o hacernos fotos. Se le encienden LEDs cuando esto ocurre, pero sigue siendo inquietante.
Humane está trabajando en internacionalizar el AI Pin, que cuesta 700 dólares y una suscripción adicional de 24 dólares al mes en concepto de conectividad, ya que requiere su propia SIM para funcionar. Apostar por una estrategia de precios que apunta a un ticket tan alto, a pesar de la cantidad de compromisos que tendremos que aceptar, arroja serias dudas sobre su éxito en Europa.
En Xataka | He visto de cerca el coche eléctrico de Xiaomi: el SU7 es la clara prueba del futuro de la marca
Imagen destacada | Xataka
Ver 7 comentarios
7 comentarios
pableras
Pero a ver. Lo tienes (teneis) igual de claro que la era post-pc o menos? Por ponerlo un poco en contraste y hacernos una idea.
powerlebrato
Los fabricantes han inducido, junto con los programadores de software, una dependencia total de los móviles. Y ahora llegan los nuevos que los quieren quitar con un juguete que no vale para nada.
A 700€ nada menos...
Y una suscripción de casi 300€ anuales...
El chiste es malísimo.
hkakashi
Nadie creía que un pin con 2 horas de autonomía iba a sustituir al smartphone.
Para sustituir al smartphone debe ofrecer algo igual o mejor. Para empezar una proyección monocromática en la palma de la mano es mil veces peor que una pantalla a 2K de resolución, después sin contar que los gestos son una tortura, lentos y no ofrece multitarea. Cómo complemento si costase 60€ no te digo que no, pero ni borracho pago suscripción para tener un pin que me da la hora y el tiempo que hace. Y ya sin contar que dudo muchísimo que haga la mitad de cosas que mostraron en ese tráiler guionizado, le vas a poner unos cacahuetes delante y no los va a distinguir de tu mano, fijo.
Teniendo gafas con altavoces que son mucho más discretas no entiendo el ir con un altavoz en la solapa de la chaqueta haciendo el ridículo y molestando.
Lo que presentó OPPO con las Air Glass 2 me parece mil veces mejor, aunque han llevado al MWC la tercera generación pero no se sabe nada de las anteriores. Unas gafas con visor de RA es un trillón de veces más útil que ese pin.
royendershade
Era absolutamente evidente que es un producto absurdo (al menos con la tecnologia actual y por mucho tiempo), y que no iba a suplantar al movil en ningun caso, donde se puede, por ejemplo, leer, ver fotografias, videos o navegar por internet.
A menudo leer es mucho mas comodo que oir audios. Lo de las fotografias y video es insustituible satisfactoriamente sin una pantalla, y lo de navegar... Sobra decir que si quieres revisar tu una web siempre sera mas rapido y comodo visualmente.
Ni hablemos de la bateria.
No hacia falta probar nada para entender que el aparato iba a estar muy limitado en velocidad y capacidades aun con lo mejor de la IA de dentro de un año, que es inutil para muchas tareas y totalmente sustituible por un movil con la app adecuada. Encima solo sirve para eso y te quieren cobrar un pastizal... Pues servira para vender la novedad a unos cuantos ricos que se suben a la primera moda extravagante que sale, pero no tardara en caer o tendran que adaptarse hacia un nuevo mercado o producto.
imf017
¿Y la utilidad práctica de este chisme es?
Trocotronic
La demo que he visto yo no forzaba ninguna posición. Era todo muy natural y se escuchaba perfectamente. Nada de forzar la cabeza.
Lo único que estoy de acuerdo es en el retardo. Lanzar la orden y esperar 10 segundos no es algo fluido.
Usuario desactivado
Creo que si llega a existir un dispositivo que tenga como fundamento base e indivisible la IA, o uno que sea posible gracias a esta, se necesitará un tanto más de abstracción, para dar con la tecla.
Veo mucho más probable, que la tendencia siga a usar los auriculares inalámbricos como puente al smartphone con asiste IA, o directamente a un Smart Watch LTE que lleve una pequeña cámara el en borde para realizar tareas de procesar imágenes tipo lens.