Tenis | ATP Finals
Alcaraz, ante un muro llamado Medvedev por un puesto en la semifinal
Una victoria ante el ruso lo clasifica y una derrota lo pone en manos de Rublev, si gana a Zverev, el español estaría eliminado
Alcaraz - Medvedev, en directo
Alcaraz: «Con esta victoria me he dado cuenta de que el nivel sigue ahí»

Este otro Carlos Alcaraz que se pasea por el Pala Alpitour ya recuerda mucho al Alcaraz alegre y ganador de principio de año: derecha que corta el aire y sonrisas en el entrenamiento. Tras el debut en las ATP Finals ante Zverev, ha subido el nivel, fantástico resurgimiento ante Rublev. Pero este Alcaraz de dos caras todavía tendrá que mostrar este viernes (14.30 horas, Movistar) una tercera, pues se juega las semifinales ante el ya clasificado Daniil Medvedev (27 años y 3 del mundo) que suma 49 triunfos en pista dura, por las 27 del murciano. Si gana, hay billete como primero; si pierde, se quedaría fuera si Zverev gana a Rublev en el choque de las nueve.
Se espera batalla de las grandes porque chocan los dos mejores del curso. Hasta aterrizar en Turín, 64 victorias para Medvedev, líder, y 63 para el español, aunque este ha ganado un título más (6: Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona, Madrid, Queen's y Wimbledon). Será el quinto encuentro entre ambos (2-2). Para Medvedev fue el primero, en Wimbledon 2021 (6-4, 6-1 y 6-2), para Alcaraz los dos siguientes, en este 2023: final de Indian Wells –donde lo fundió a dejadas– (6-3 y 6-2) y semifinales de Wimbledon (6-3, 6-3 y 6-3), el ruso dio el último golpe en el US Open (7-6 (3), 6-1, 3-6 y 6-3).
Medvedev fue el primero que observó que Alcaraz no era el Alcaraz de siempre en la primera jornada: «Jugó un poquito más lento. Sin la confianza que ha tenido durante el año. Zverev golpeaba diez veces más rápido. Fue una sorpresa. La duda es cuánto tardará en recuperarse. ¿En este torneo o el año que viene?». Pero se respondió tras ver la actuación del español ante Rublev: «Tal y como jugó, tengo que sacar mi mejor nivel. Necesito jugar rápido. Tengo una oportunidad en comparación con Indian Wells. Puedo hacer aces». También lo conoce Alcaraz: «Sé cómo jugará. Necesito ser agresivo y paciente. Golpear la pelota cinco o seis veces y esperar mi oportunidad y no siempre te la da».
Es Medvedev un tenista atípico. Por su físico, 198 centímetros algo desgarbados y con una musculatura apenas visible, pero que le aguanta tres y cuatro horas sin descomponerse. Por su forma de jugar, con esa derecha que coge siempre tan tarde. Por ese estilo ilegible con el que somete a sus rivales a un enigma por momentos indescifrable. Golpea alejado de los libros de estilo. Saca casi sin pensar, pero bien, fuerte y sin distinguirse si irá a la T o a la esquina.
Padre de una niña de dos años, cuyo padrino es Rublev, también es atípico por su forma de ser: profesional y agradable en los tratos con la prensa, se descontrola a la mínima con el público o con los jueces de silla. Son famosos sus encontronazos con la grada. El último ejemplo, en París-Bercy, cuando se despidió del torneo en primera ronda con una peineta hacia los aficionados.
Intentará Alcaraz desconcentrarlo con ese nivel recuperado y un poco más. Una semifinal de las ATP Finals está en juego y en sus manos.
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